Sentí un llamado, y lo atendí...

Lo más importante es que estando aquí te encuentres con Dios, lo demás es secundario.

Neftalí – Voluntario de Magdala

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17 de diciembre, 2025

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Lo más importante es que estando aquí te encuentres con Dios, lo demás es secundario.

Neftalí – Voluntario de Magdala

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Sentí un llamado, y lo atendí...

Estaba terminando mi formación profesional cuando me planteé la idea de estar un tiempo en Tierra Santa para poder visitar los lugares donde había caminado Cristo, veía esto como una oportunidad de tener un “tiempo de calidad” con el Señor, así que me puse en marcha para buscar una opción que me permitiera cumplir este deseo, lo primero que se me vino a la cabeza fue un programa de voluntariado, nunca había escuchado de uno en Tierra Santa, pero imaginé que habría alguno.

Encontré varias opciones, algunos para participar en actividades que no tenían que ver nada con le religión y otras relacionadas a algún servicio a peregrinos, opté por los lugares del segundo tipo, y sólo dos me contestaron, luego supe que la renuencia de las personas a ir a Tierra Santa por el tema de la guerra entre Israel y Gaza hacía que fueran pocos los voluntarios necesarios en las diferentes casas de peregrinos.

Me respondieron de Magdala y empecé con el proceso para ser voluntario, si algo me atrajo de Magdala cuando vi la opción por primera vez fue que se buscaba hacer comunidad entre los voluntarios, que la idea era hacer familia entre todos para poder ayudar a los peregrinos a encontrarse con Dios, porque al final a eso se va a Tierra Santa a conocer mejor a Jesucristo.

Al llegar a Magdala el recibimiento fue sencillo pero cálido, me presentaron a mis compañeras de voluntariado, y también se fueron presentando conmigo los sacerdotes de la comunidad de Magdala, así como el sacerdote encargado del programa de voluntarios, este último me dijo “lo más importante es que estando aquí te encuentres con Dios, lo demás es secundario” y creo que así ha sido, me he encontrado con Dios en cada problema que me ha tocado resolver en la sacristía (mi puesto como voluntario), en el compartir con los compañeros, escucharlos y conocerlos, también cuando ha habido diferencias entre nosotros, Dios se manifiesta ayudándonos a limar asperezas y continuar trabajando juntos.

Finalmente, quisiera decir, que la experiencia de voluntariado, así como ayuda religiosamente, también te ayuda humanamente, porque te pone en contacto con culturas diferentes a la occidental, la cultura árabe y judía, y aprendes a ver el mundo desde otras perspectivas, te ayuda entender que para abrirte paso en el mundo es necesario seguir aprendiendo.

Puedo decir que cualquier persona que pase como voluntario por Magdala no saldrá igual, la experiencia de comunidad y servicio te transforma y te potencia para los siguientes retos que se puedan encontrar en el resto de la vida.

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