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Parque Arqueológico
Al pensar en Galilea bíblica, nuestras mentes crean imágenes de pescadores en sus barcas, de ciudades judías a la orilla de un lago, soldados romanos y multitudes que acuden a escuchar las palabras de un humilde rabino de Nazaret. Su nombre era Jesús.
Las huellas de Jesús pueden ser trazadas a través de toda Galilea. Fue ahí donde Jesús estableció su residencia, llamó a sus primeros discípulos y realizó muchos de los milagros que nos cuenta el Evangelio.
Lugar de encuentro de la historia judía y cristiana
La antigua ciudad de Magdala se estableció en el periodo helenístico, convirtiéndose en un próspero lugar pesquero en el tiempo que los romanos invadieron Galilea en el año 67 d.C. Ubicada en las orillas del Mar de Galilea, a lo largo de la mayor ruta comercial de la época, la Vía Maris, y en el camino entre Nazaret y Cafarnaúm; Magdala era una ciudad próspera llena de pescadores y comerciantes.
Se descubrió providencialmente en el año 2009 y los hallazgos arqueológicos indican la presencia de una comunidad judía conservadora en Magdala. Esto se evidencia en su sinagoga del primer siglo, una de siete en el mundo y la más preservada; además de la Piedra de Magdala, un descubrimiento que muchos arqueólogos llaman “el más significativo en los últimos 50 años”.
Allí fue donde Jesús enseñó a las multitudes y curó a los enfermos, incluyendo a una mujer que hizo su patria famosa… María Magdalena.