Mis queridos peregrinos:
Primeramente quiero desearles una Santa Cuaresma. Todo ser humano necesita un tiempo de purificación, de renovación y relanzamiento. Y la Iglesia ha previsto para eso el tiempo de Cuaresma. Adicionalmente, este año estamos haciendo nuestra peregrinación del Éxodo, para crecer en la verdadera libertad humana y espiritual.
Espero que estén gozando tanto como yo este recorrido y esta doctrina sana, santa y abundante que la Iglesia nos ha regalado en el Catecismo.
Quiero agradecer expresamente a tanta gente que nos manda sus comentarios, ideas, materiales. Vemos con agrado que hay una actitud muy proactiva con Magdala y por ello agradecemos de corazón y agradecemos también a Dios.
Igualmente agradecemos los donativos que nos han enviado muchos de ustedes. Si les soy sincero, esta peregrinación tuvo un costo enorme por vuelos, traslados, hoteles, etc. Además, adquirimos equipos nuevos para mejorar nuestras producciones. Estimamos profundamente a quienes han querido hacerse presentes con su apoyo económico a través de pequeños donativos. Nos ayuda mucho y nos da las bases para seguir planeando en el futuro próximo nuevos materiales y proyectos digitales y virtuales. Gracias de corazón. No dejen de participar en esta colaboración para hacer que Magdala cuente con los recursos para crecer.
Una nota muy personal: agradezco las oraciones que me han enviado con motivo de mi cumpleaños. Leí hace tiempo que la década de los 60’s era la más fecunda en la vida de una persona humana. Pensé que era una consolación para quienes nos estamos haciendo viejitos, pero constato cada día como la base de la experiencia de la vida ayuda a realizar más cosas en menos tiempo y con menos recursos. Pido a Dios me ayude a gastar mi vida lo mejor posible para servirlo a El y a mis hermanos. A veces quisiera días de 35 horas, por lo menos.
Me admira cada día más cómo Dios me ha regalado una familia tan grande, y que crece cada día más. Como expresé un día uno de los textos del evangelio que mejor expresan mi vocación es el del ciento por uno…. Dios Nunca se deja ganar en generosidad
Y ahora nos vamos preparando para la celebración de la Pascua. ¡Qué emoción! La Pascua, Nuestra Pascua Inmolada, Cristo… Nuestra alianza personal con Dios. La alianza Nueva y Eterna. Deberíamos vivir extasiados en la contemplación de este misterio de amor.
Oremos unos por otros y preparémonos para la celebración del misterio más grande del Amor Divino: Pascua.
Fraternamente,
P. Juan María Solana, L.C. y equipo de Magdala.