Muy querida Familia de Magdala, amigos y bienhechores:
Hemos oído infinidad de veces la expresión “se ve el final del túnel” …
Estamos viviendo en Israel una situación contradictoria: por un lado, la pandemia ha sido doblegada, gracias a medidas muy estrictas de control, distanciamiento y la vacunación de la población. Tengo que admitir que Israel ha sido un ejemplo de organización gubernamental y de eficiencia. Cuando fuimos a vacunarnos en comunidad el 11 de febrero, me impresionó positivamente el orden, la disciplina, la delicadeza, la buena educación y todo lo que mostró el personal sanitario que nos atendió.
Por otro lado, se desencadena una vez más un período de conflicto entre Gaza e Israel. Este tema no intento ni describirlo, pues su complejidad es enorme y no bastarían muchas páginas para acercarnos ni de lejos a comprender el problema
Pero si alargo la mirada, encontraría aquí y allá, en todo el mundo, motivos desconcertantes que nos preocupan y llenan de zozobra nuestras jornadas.
Así es la historia de la humanidad… luces y sombras… altos y bajos…
Entre las rendijas de esta historia accidentada, se entrevé la luz y la claridad de la acción de Dios. Esa acción que en Pentecostés reluce en todo su esplendor y que nos da una esperanza trascendente, una esperanza sin ocaso. Estamos concluyendo nuestro tiempo pascual en el mes de mayo y vamos entreviendo “el final del túnel”. Parece que la pandemia va cediendo, poco a poco, con dificultades y contragolpes. Veamos el futuro con confianza, con serenidad. Me atrevería a decir que lo peor ya pasó.
Pero construyamos el futuro sobre bases diferentes: menos frenesí, menos prisa, y un poco más de Dios. Los seres humanos crecemos y maduramos, cuando nos abrimos a la presencia amorosa de Dios.
¡Adelante, llenos de confianza! Que el Espíritu Santo sople fuerte en nuestras vidas y nos vaya indicando el camino seguro.
Desde Magdala, los acompañamos cada día en nuestras oraciones y, al mismo tiempo, les pedimos las suyas, esperando con gozo el tiempo de re abrazarnos una vez más por acá o por allá.
Bendiciones,
Equipo de Magdala