Muy querida familia de Magdala:
Les envío un cordial saludo desde Magdala donde estamos pasando un tiempo muy especial, no solo por el conflicto entre Israel y Hamás, sino también porque nos hemos recogido como una pequeña familia y hemos formado una comunidad peculiar de caridad, oración y servicio.
Como informamos previamente, habitantes de un kibutz muy cercano a la frontera con Líbano, han venido a habitar con nosotros en estas semanas. Son gente linda, educada y cortés. Llevamos más de un mes juntos y los hemos apoyado mucho en estos tiempos difíciles llenos de incertezas y preocupaciones. Nuestra convivencia ha sido muy respetuosa y de un gran sentido de solidaridad. Hay muchos niños y adolescentes, ya que los jóvenes están en el frente de guerra. Los adultos jóvenes y las personas mayores atienden a los pequeños, les dan clases, y los entretienen. Dos o más veces por semana tienen algún concierto sencillo o actividades de entretenimiento y distensión, y poco a poco nos hemos encariñado unos con otros, aunque el límite de la lengua nos obliga frecuentemente a gestos o sonrisas amistosas.
Israel está paralizado en un alto porcentaje de actividades, por eso, cada día imploramos el don de la Paz. Personalmente, nunca había experimentado una situación así. Estamos en las manos de Dios, de peregrinos no tenemos ni sombra; los lugares santos están medio abiertos y medio cerrados y en algunos hay un cartelito cortés a la entrada diciendo que si lo quieres visitar, llames por teléfono para que te abran. Recientemente pudimos saludar por primera vez al patriarca de Jerusalén, apenas nombrado cardenal por el Papa Francisco. Fue en la fiesta de Tabgha, conmemoración de la Multiplicación de los panes y los peces. Fue una convivencia preciosa con religiosos y sacerdotes de la zona, y con algunas familias locales. Pero sin duda se respiraba un aire particular.
Queremos invitarles a suscribirse a nuestros programas de Adviento. Llega el fin del año litúrgico e inicio de una nueva aventura con la vida de la Iglesia ya que en breve iniciaremos el ciclo B de la Liturgia. Una perspectiva nueva y complementaria del misterio de Dios a través de la vida litúrgica y sacramental de la Iglesia.
Quiero mencionar, aunque sea brevemente, la fiesta de “Acción de Gracias” que celebra Norteamérica el próximo jueves 23 de noviembre. Una fiesta preciosa, un momento de reencuentro familiar, una elevación del corazón a Dios. Saludamos con afecto y agradecimiento a nuestros amigos y bienhechores de Estados Unidos y pedimos a Dios que bendiga a su nación y a su pueblo. También nosotros tenemos tanto de qué dar gracias a Dios. Les invitamos a ver el video de este año.
Quiero compartirles que esta pausa forzada ha sido la ocasión para comenzar y calentar los motores de la preparación de la próxima peregrinación virtual de Cuaresma: “Recorriendo Tierra Santa de la Mano de Dios”, peregrinación de la oración. Dios mediante, con esta peregrinación completaremos nuestro recorrido por el Catecismo de la Iglesia Católica. Les pedimos oraciones por esta intención.
Agradecemos a todos y cada uno su cercanía, su solidaridad, su cariño y sus oraciones. Nos hemos sentido muy acompañados y encomendados. De verdad, lo hemos comentado reiteradamente aquí en familia: ¡Gracias por ser nuestra familia esparcida por el mundo! ¡Gracias por apoyarnos con su oración! Esperamos vernos pronto y podernos dar un abrazo.
Mientras tanto, sigamos rogándole a Dios por el don de la paz.
Fraternamente,
P. Juan María Solana, L.C. y la Familia de Magdala.