Querida familia de Magdala,
El mes de junio podría parecer a algunos un poco gris. Para nosotros no lo es.
Junio es en la tradición católica el mes del Sagrado Corazón. Es decir, es el mes en que contemplamos con mayor intensidad el amor de Dios, expresado en el corazón de Jesús.
Sabemos que en la tradición judío-cristiana el corazón es el centro del ser humano, la síntesis de nuestro ser, de nuestro actuar y de nuestros valores. De una persona buena decimos que “tiene un corazón de oro”, y de una persona mala que “tiene un corazón de piedra”. El corazón es un reflejo de nuestro ser. Por eso la tradición católica, validada por apariciones y vidas de grandes santos, contempla a Jesús mira a su Corazón Sacratísimo. Ese que fue traspasado por una lanza en el calvario, del que “salió sangre y agua”.
Mirar “al que traspasaron” es entrar en su corazón y descubrir el amor y la entrega infinita que tuvo para amarnos, para compadecerse de nosotros y donarnos todas sus riquezas más íntimas.
El mes del Sagrado Corazón debería ser para nosotros un gozo profundo. Regocijarnos en que Dios nos ama con locura, hasta la locura de “entregar a su Hijo por nosotros”.
Mientras gozamos de todos estos pensamientos y celebraciones, nos seguimos preparando para nuestro primer Youthfest Encounter Magdala 2023, del 21 al 31 de julio…. Quedan las últimas plazas. No dejes de anotarte para venir a unos días de convivencia increíbles, con gente joven o de corazón joven: cantar, caminar, celebrar, convivir…. Muchas “c”, como Corazón. Ven a agrandar tu corazón con una experiencia que puede iluminar tu vida, ser un parteaguas.
También nos adentramos al tiempo de verano en el hemisferio norte. Tiempo de descanso y vacaciones. Ojalá que sea tiempo de familia. Tenemos que compartir con nuestros seres queridos, convivir en la serenidad, alejados del corre corre de la vida cotidiana. Les deseamos a todos y cada uno de ustedes un verano sereno y restablecedor.
Esperamos tener pronto noticias sobre la casa de voluntarios.
Les pedimos como siempre el apoyo de sus oraciones.
Fraternamente,
P. Juan María Solana, L.C. y equipo de Magdala.